El nacimiento de la Cámara de Comercio de Córdoba
El 17 de julio de 1932, un grupo de empresarios de la ciudad de Córdoba se reunieron para discutir un proyecto del intendente de ese momento, que afectaba negativamente al sector. Esa reunión fue el acto fundacional de la Cámara de Comercio de Córdoba y le imprimió su espíritu: la convicción de que en el trabajo conjunto y organizado reside la fuerza y la capacidad para promover acciones en pos del crecimiento y desarrollo del sector. Desde entonces, su misión es representar al sector del comercio y los servicios y trabajar en pos de sus intereses.
A lo largo de su historia, la entidad enfrentó algunas transformaciones que respondieron al proceso de evolución de su identidad institucional. La cámara nació con el nombre de Centro Comercial e Industrial de Córdoba. Luego, de acuerdo a la representatividad de la entidad en su padrón se denominó Centro Comercial de Córdoba; el último cambio de nombre se produjo en 1996, porque el surgimiento de los centros comerciales ocasionaba algunas confusiones. Es en esta ocasión que adopta su nombre definitivo: Cámara de Comercio de Córdoba.
Actualmente, esta entidad que estatutariamente se define de primer y segundo grado porque posee socios individuales e institucionales, representa a los 244 rubros que componen la actividad del comercio y los servicios de Córdoba. Con ese nivel de representatividad, se constituye en la interlocutora legítima del sector ante los gobiernos, las instituciones y entidades locales, y demás actores de la sociedad civil.
En los últimos años, la Cámara de Comercio de Córdoba ha emprendido un proceso de modernización y fortalecimiento institucional, que responde a las necesidades coyunturales del sector que representa. Las innovaciones tecnológicas y de formatos de comercialización han impactado en la actividad con mucha fuerza en las últimas décadas.
Esos cambios, que aparecen cada vez con más frecuencia, representan un desafío para los comerciantes locales, que deben reconvertirse, adaptarse a las innovaciones e incorporar nueva tecnológica para sobrevivir en un mercado cada vez más competitivo.
La moderna y amplia estructura de oferta comercial que tiene Córdoba, es en consecuencia el resultado de una síntesis, más o menos equilibrada, de tendencias e influencias traducidas en emprendimientos que prestigian a los empresarios que los encararon con visión e inquietud de hacedores.
En este contexto, la Cámara de Comercio de Córdoba desempeña un rol fundamental: acompañar a quienes integran el sector y brindarles las herramientas necesarias para afrontar el proceso de adaptación a estos cambios.
Consciente de la importancia de su función, en los últimos años, la entidad focalizó su accionar en dos ejes: la profesionalización de la estructura de la cámara; y la generación de recursos humanos calificados para el sector, a través de programas de capacitación acordes a las necesidades de cada rubro.
Estos esfuerzos tendientes a generar recursos humanos calificados seguirán siendo una prioridad en los años venideros, ya que la entidad tiene la convicción de que la capacitación y la profesionalización son el camino para potenciar el crecimiento de la actividad comercial de Córdoba.
odos intuimos que el futuro de la comercialización y de los servicios ya empezó, porque sus manifestaciones entran en nuestras casas con la televisión interactiva, por nuestros celulares y a través de nuestras computadoras.
Lo que viene seguramente será mejor, porque la evolución vendrá con más profesionalización y más servicios.
